Jugaba con tu cuerpo mientras me hablabas dormido. Seguía tus conversaciones igual que tus brazos y tus contorciones acrobáticas que hacían de ti una hoja rotatoria en plena caída. Regresaba a tu perfil dormido y hacía constelaciones proyectadas en el cielo celeste de luna menguante. Y dormitaba a penas pensando en nosotros ahí, en el sur y la lluvia orográfica tan típica de julio. Y silencios. Y te buscaba los ojoscuros que aparecían derrepente en la noche exigiéndome cariño.
3 comentarios:
Aw
Lo mismo pensaba hace millones de años, cuando tenía.
Señor Gustavo, tienes un buen motor lleno de vellos chistosos y bien hescritos.
Le doy un saludo de bienvenida, pues lo compartiré.
:)! husted hescribe mull biem...
me encanto!
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